Sábado, dos de la mañana, estoy confundida, necesito,
necesito no sé qué. Sábado y necesito algo que no sé qué es pero me está
desesperando, es casi desgarrador el necesitar algo que no sabes que es porque
no hay forma de calmar la necesidad, no sé si es antojo de helado, la necesidad
de un abrazo o qué, pero lo necesito ya mismo. No me habló, no se acordó,
siempre es la misma historia, estoy cansada de esto, estoy cansada de no tener
eso que necesito. ¿Por qué siempre todo me sale tan mal? Necesito, necesito que
me preste atención, necesito drogarme, necesito fumar, necesito morirme lo más
rápido posible. Sí, eso es. No hay nada en esta vida que pueda satisfacerme, no
porque yo sea muy exigente, o puede que sí, pero nada me dura, nada está lo
suficientemente a mi altura como para llenarme, quiero un hombre, una mujer, a
Marlene o a Camila, quiero algo que me llene y me haga sentir completa.
Marlene, creo que me gusta. O al menos me gusta estar con ella, o me gustaría
que me guste tanto como para no sentir este vacío que siento al Camila no
hablarme, ya no sé qué siento por ella, la necesito, sí, pero no la necesito
como antes, solo necesito que me quiera porque nadie más lo hace, o creo que
nadie más, tal vez Marlene me quiera, pero no sé si me quiere como yo quiero
que me quiera. ¿Camila leerá esto? ¿Marlene leerá esto? Necesito que alguien me
lea, que alguien me escuche, que se despierten, no sé cómo hacer para que me
presten atención, me desespero, necesito que algo llene este vacío que siento,
Camila, Marlene, un hombre, una mujer, sea quien sea, necesito que me quieran.
Necesito algo, un nombre acompañado de un apellido, que me diga ‘acá estoy, te
escucho, confía en mi’ alguien que no vaya a abandonarme, alguien que me tenga
como prioridad. ¿Por qué no soy la prioridad de nadie? Me desespero, me falta
el aire, me siento enferma, ojalá nadie leyera esto. O no sé, tal vez quiero
que lo lean, es un grito ahogado, un pedido de ayuda, una muestra sin filtro de
lo que me pasa, de lo que necesito. Las letras fluyen casi tan rápido como mis
pensamientos, ahora poco a poco puedo calmarme, creo que voy a comenzar un
libro nuevo.
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