Por momentos la soledad que me oprime es tan grande que me
asusta, me paraliza, no me deja ver más allá. Me siento en medio del bosque
pidiendo ayuda, gritando por alguien que me abrase, me saque de este encierro
tan grande pero nadie es capaz de escucharme, nadie me ve, nadie es realmente
consiente de lo que me pasa. No siento contar realmente con alguien, o no como
me gustaría a mí. Ese es el mayor problema, no me entiendo, no sé qué quiero ni
como lo quiero, por eso también comprendo que debo hacer de esta soledad mi
mejor compañía, debo saber escucharme y desdoblarme, debo afrontar el miedo,
porque el tamaño del enemigo al que nos enfrentamos es el tamaño de la victoria
una vez finalizada la batalla. Comprendo que debo aprender a apreciar mi
soledad, debo entender que tengo que escucharme y prestarme atención yo antes
que nadie, no puedo pretender atención del otro porque eso sería tapar mis
miserias, necesito tiempo y espacio, soledad para entender qué es lo que me
sucede. No el miedo a la ceguera, o a la locura, o el cáncer, no las
somatizaciones, las manchas o los dolores de ojos, debo descubrir que es lo que
realmente me afecta, que es lo que me hace sentir que si el otro no está
presente yo no soy nada, que me hace querer renunciar a mi salud con tal de que
estén cerca de mí. La enfermedad no asegura compañía, muchas personas se alejan
ante una enfermedad, por miedo, por no saber afrentar el dolor de una perdida,
muchas personas como yo somos intolerantes al dolor ajeno, ¿por qué? Más interrogantes.
Son intolerante ante el dolor ajeno pero propicio la mía, creo que no me agrada
sentir que la atención se enfoca en alguien más, soy bastante egoísta en
algunos aspectos. Me fui por las ramas, el dolor, la enfermedad, ¿por qué
siempre lo creí garante de que me presten atención? Tengo que aprender a estar
bien, porque no vale la pena la atención de los demás si tengo que estar mal
para recibirla, ¿por qué me pongo en un lugar tan de mierda? ¿Desde cuándo lo
hago? Sin embargo, no puedo evitarlo, porque todo este tiempo estuvieron tan
pendientes de mí y se sintió tan lindo, sentirse querida es hermoso, mi mamá se
preocupa realmente mucho por mi ahora, supongo que debería hacer un corte aquí
y ver quien está, quien estuvo en este tiempo, y aceptarlo, apreciarlo, porque
si están en las malas también van a estar en las buenas, y me van a amar de
igual forma, que me presten atención no es sinónimo de más amor, mi mamá me ama
igual ahora que antes, supongo que utilice esto como una forma de comprobación,
me uso de prueba, siento las ideas tan complejas que me espanto, mi cabeza es
una gran maraña de pensamientos encontrados. Me tengo miedo, porque no tengo
limites, no se ponérmelos, debería aprender a escucharme pero también a ponerme
un límite, un freno, no puedo esperar eso siempre del otro, me estoy dejando
ser en una mala forma, porque en vez de focalizarme en lo real, en lo que
realmente me pasa, le presto atención a mis miedos superfluos que tapan lo que
hay detrás, no pienso en el porqué, sino que voy a lo simple y lo enredo para
no ver lo que hay detrás, no estoy loca, no tengo cáncer ni anda por el estilo,
solo tengo una negación muy muy grande a ver lo que me pasa. No quiero
releerme, no ahora, me doy miedo, me espanto de las cosas que me hago y de no
encontrar solución, creo que ese es uno de mis mayores miedos, que por esta
negación tan grande termine enfermándome realmente, supongo que acá es donde
tengo que ponerme el límite, tengo que entender que todo lo que pienso no es
así, que todos los miedos que siento, las manchas, los dolores, las sensaciones,
las irrealidades son producto de mi negación, de mí no querer prestarme
atención, tengo que pararme porque nadie más puede hacerlo. Si yo no me pongo
un freno, si yo no me escucho realmente, si yo no me quiero, nadie más puede
hacerlo, ni Gimena, ni mamá, ni la psicóloga, nadie puede saber realmente que
me pasa o como ayudarme si yo no me ayudo, si yo no me concentro, no puedo
escapar eternamente, no puedo esquivar la realidad como si no existirá. No, no
voy a quedarme ciega ni volverme loca, no voy a desarrollar un cáncer terminal,
no tengo parálisis de sueño, no voy a ver fantasmas ni estoy alucinando, son
mis mecanismos de defensa que son increíblemente poderosos. Hay algo detrás,
sí, por eso debo frenarme, por eso tengo que parar con toda esta maraña de
miedos encubridores, por eso tengo que hacerme consiente de que ningún miedo es
real, porque cuando logre entender eso y no me desmorone, ahí comenzará mi
camino a encontrar lo que realmente pasa, pero para eso debo serenarme, debo
encontrarme más allá de la oscuridad que me estoy provocando, nadie me aísla y
me provoca soledad más que yo misma, porque sé que me rodean personas que me aman
y se preocupan a su forma, como mamá y papá, como yuli, sé que soy buena en
algunas cosas, como en cantar, en amar con locura a mi familia a pesar de
cometer errores, sé que no soy perfecta, porque muchas veces me enfoco en cosas
equivocadas, como en mi maldita obsesión en ser suficiente para los demás, ¿Cuándo
voy a decidir ser suficiente para mí misma? ¿Cuándo voy a enfocarme en mi
realmente? Tengo que dejar de querer hacer todo para satisfacer a los demás, tengo
que dejar de enfocarme en ser para el otro y descubrirme, es como comenzar a
caminar, como construir una identidad nueva y genuina, tengo que ser feliz
conmigo misma y hacer lo que hago para ser feliz yo. ¿Quiero ser psicóloga? ¿Quiero
cantar? ¿Quiero estudiar japonés? ¿Quiero ir al gimnasio? ¿Quiero hacer dieta?
Son muchos quieros y un proceso muy largo de aprendizaje, tengo que empezar el
camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario