Son las dos de la mañana, debería estar estudiando, pero
realmente ese no me preocupa tanto, volví a leer mi desdoblamiento y me asombra
realmente la forma en la que llegué a mi conclusión final, debo admitir que me
enorgullece un poco como está plasmado el correr de mis pensamientos, pero no
es el punto. Hay cabos sueltos, muchos, no pretendo descubrir sola qué me pasa,
pero soy consciente de que voy a tener que llegar a las bases, a mis cimientos.
¿Por qué tengo está necesidad tan imperiosa de atención? ¿Por qué pongo el foco
en la atención del otro y no en mí? No me basta con lo que me pasa, si estoy
triste, si necesito, nunca me enfoco en eso, siempre pasa por lo que el otro
hace respecto a eso si lo sabe, ¿por qué? No entiendo porque mi vida pasa por
el otro y cómo reacciona ante mi necesidad, ante mi pedido silencioso, porque
nunca soy tan directa, tan llana, siempre tengo una vuelta de tuerca, siempre
le encuentro un sentido detrás de la acción, Si me hablo porque yo hice que me
hable, si me alejé y no me hablo fue por falta de interés, nunca anda es tan
simple como que el otro tiene una vida propia y va a estar si yo le aviso, y
que no todo necesariamente tiene porque ser trágico, pero esa idea que parece
tan básica y normal en mi cabeza se dificulta, no sé ver la cuestión de una
manera más simple, sin pensarla tanto, todo tiene una doble intención siempre
porque yo todo lo calculo, nunca anda de lo que hago es tan natural. Si hice
esto espero que después pase esto, siempre, y si no pasa agarrate Catalina
porque el otro va a tener la culpa aunque no esté enterado de lo que yo esperaba.
Nunca lo hablo directamente, nunca me siento y digo lo que me pasa, lo que
espero, lo que necesito, siempre a través de una acción espero una respuesta acorde
a mi necesidad.
Todo esto es algo muy difícil de analizar para mí, me cuesta
desdoblarme en esta cuestión, voy a necesitar más tiempo, más calma para mí y
para sentarme a escribir. Veremos que pasa, y porque pasa…
No hay comentarios:
Publicar un comentario