Cuando tuve doce me gustó otro chico: Me correspondía, hablábamos toda la madrugada y sonreíamos. Sentí que estaba en el cielo, que era el amor de mi vida.... Besó a mi mejor amiga, aquella que fue novia del que me gustaba dos años atrás, me enteré en enero del año siguiente. Ese día perdí a mi mejor amiga y al que creía el amor de mi vida. Ese día perdí todo, absolutamente todo el autoestima que tenía.
Cuando tuve catorce tuve mi primer acercamiento sexual con un hombre: Era tres años mayor que yo, hermano de un compañero de primaria. Me trató como si fuera una prostituta barata, como si no valiera ni dos centavos, pero se suponía que así a la larga iba a amarme, ¿no? Perdí la dignidad, el poco amor que conservaba hacia mi misma... Perdí todo en el medio de una calle con alguien que jamás me tuvo en cuenta siquiera para llevarme a su casa. ¡¿Qué me hizo creer que iba a quererme si accedía a todo lo que me pedía?! ¡¿CÓMO PUDE SER TAN ESTÚPIDA?! La que era mi mejor amiga se daba besos con cualquiera y siempre se quedó con quienes yo quería, supongo que de ahí vino el pensamiento... Sí, tendría que haber visto que a ella tampoco la querían realmente pero en ese entonces no me importó, estaba cegada por la idea de ser correspondida, de que alguien me creyera hermosa y tuviera ganas de estar conmigo, no me importaban los sacrificios o los dolores que a la larga todo esto me traerían.
El que yo creí que era como mi hermano, un compañero de primaria con el que crecí, supuso que como a mi me había gustado experimentar en una calle con un chico él tenía el derecho de tocarme como quisiera y dónde quisiera, cuando a él se le ocurriera. Sucedió dos o tres veces, siempre frente a otras personas que jamás dijeron nada, al igual que yo, ¡¿cómo permití que me hiciera eso?! Elegí perdonarlo porque me gusta pensar que ocurrió porque eramos chicos, porque no era consciente de que estaba abusando de mi. El asco jamás va a marcharse, ni el miedo a los hombres. A veces lo veo al igual que al chico de la calle, nunca me causan una buena sensación.
Cuando cumplí quince la conocí a Camila, ¿qué se supone que diga de ella? Para ese entonces ya me había declarado bisexual asumida y también ya había salido con otras mujeres, pero sentí que ella era diferente a todo lo que yo conocía, creí que ella me quería realmente y con todo lo que eso implicaba. Me obsesione, me creí cuentos que yo sola me inventé de una persona que no es, la idolatré y me até a eso porque supongo que es mejor mentirse a uno mismo que asumir la idea de que jamás fuiste suficiente.
Hace cinco días cumplí dieciocho años y las fachadas que mi mente creo poco a poco van cayendo, Camila no es ninguna santa ni mucho menos el amor de mi vida, no soy su única ni tampoco tendría porque haber sido así, no es su culpa. Supongo que es difícil quererme, lidiar con todo lo que llevo en la cabeza, me tomó dieciocho años adaptarme a esto que soy, ¿cómo voy a pretender que me quieran si yo apenas estoy logrando hacerlo? Solo me queda tenerme paciencia, me siento mal por todo el dolor que me cause por el simple hecho de estar obsesionada con el cariño ajeno, me queda tanto por analizar pero estoy tan cansada...
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