Noches, noches en las que me siento sola, anulada. Noches en las que necesito que me besen, que me abracen como si realmente me quisieran, como nunca me besaron y abrazaron. Es fácil ser amigo, es fácil ser sexo de una noche, de un  par de veces, pero cómo cuesta abrirse a alguien, cómo cuesta confiar. Tengo la certeza, llegué a la conclusión de que simplemente no sirvo para estas cuestiones, que no estoy hecha para ser pareja de (...) ni mucho menos para confiar y depositar mi ser en alguien con todo lo que eso implica. Hace realmente mucho no escribía y a esto se debe, a mi anulación, a mi no saber como expresar todo esto que tengo atorado en mi pecho y no sabe cómo explotar. Me sobran abrazos y besos, algunos de ellos me hacen sentir cómoda pero ninguno posee ese sentimiento de amor puro, de no te quiero dejar ir... ¿por qué nunca soy suficiente? Una y otra vez esa pregunta retumba en mi cabeza, me siento el polvo sobre el mueble, el plato de segunda o incluso esa marginalidad que todos saben que existe pero se niegan a ver, a admitir. ¿Qué hice para sentirme así? ¿que me hicieron para que esté y sea de esta forma? Muchas veces siento que no estoy reconociendo un lado de mi historia, como si todo tuviera un comienzo para mi desconocido que está allí en mi subconsciente esperando a ser destapado, desempolvado... Tengo miedo, ¿qué hice? ¿qué me hicieron? ¿qué me estoy haciendo? La ansiedad es esa voz que me susurra noche y día lo peor, es esa sombra ya tan conocida para mi que no me da descanso, ¿quién podría querer a alguien como yo? Me cuestiono constantemente mi forma de ser, mi aspecto, ¿realmente debería llevar las uñas cuadradas? ¿y si me tiño el cabello? Nunca me siento satisfecha, siempre me faltan cinco para el peso. No quiero que el resto de mi vida transcurra de esta forma tan obsesiva, solitaria, absurda, donde mi mundo interior tiene más valor que la realidad donde vivo... ¿cómo poner en palabras todo lo que mi ser acumula? A veces simplemente necesito apagar mi mente por un día o dos y esperar a que todo se recomponga, cómo si la magia existiera e hiciera que todo esté mejor derrepente, realmente desearía que ese tipo de cosas me sucedieran. Me duele, me duele querer, me duele extrañar, me duele la soledad y el sentirme siempre desplazada, como si realmente nadie me necesitara ni me quisiera cerca. Quiero darme por vencida y al mismo tiempo siempre me repongo con ese restito de amor propio que poseo, cada día más grande sí, pero aun así posee ese gusto amargo a soledad y a resignación. Realmente creo que ya nada me importa, que mañana podrían desaparecer todos, o desaparecer yo y no me haría mayores problemas, ¿se supone que es algo bueno o malo? No lo sé, solo comprendo que ya no quiero intentar nada con nadie, que me cansé de que me rompan el corazón el mil pedazos, que no me consideraran lo suficientemente hermosa, inteligente, interesante. Me cansé.