"Quiero que termine el año escolar, realmente. Quiero
sentirme libre de esa presión y saber que, si quiero, puedo tomarme un micro e
irme a la costa, que puedo tomarme mi tiempo aunque sea en una plaza de Capital
Federal. Quiero sentirme libre de llorar y no preocuparme por al otro día tener
que seguir adelante. Estoy cansada de moverme, estoy cansada de luchar. Me
cansa cada día a día tener que lidiar con algo nuevo, no niego que ya comprendí
que de eso se trata la vida pero aun así conservo el capricho que, de vez en
cuando, podemos tomarnos un tiempo y ser débiles.
Quisiera tener a alguien que me abrece en estos momentos,
alguien que haga que esta tormenta gigante que siento en el pecho se apacigüe
por un ratito, alguien con quien sentarme y desnudarme de alma, hablar siendo
sincera, llorar si lo necesito y que no me calmen, que no me juren que todo va
a mejorar, solo que me escuchen. Necesito ser escuchada. Me cansé de ser
siempre la que escucha al otro, la que está para lo que la necesitan, me cansé
de ser un trapito, me cansé de que, de alguna forma, lo que siento siempre se
vea relegado a un segundo plano.
Me cansé de sentirme como si no le interesara a nadie, me
cansé de ser siempre la que espera que el otro aparezca, que el otro me tenga
en cuenta, me cansé de pelear por el otro, me cansé. Me cansé de absolutamente
todo. De mí, de ellos, de todo lo que me rodea."
Me gusta encontrar textos viejos, leerlos y no saber por qué me encontraba en aquel estado... Claramente el problema no era tan grande porque sino lo recordaría, los problemas nunca son tan inmensos. Todo pasa, todo cambia, todo llega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario